Blackstone ha decidido simplificar la gestión de sus empresas dedicadas a la comercialización de vivienda en alquiler en España, llevando a cabo una reorganización interna en sus dos principales socimis residenciales, Testa Homes y Fidere. En este proceso, varios consejeros de alto nivel han dejado sus puestos, incluyendo a ejecutivos destacados como Jean-Christophe Dubois, Claudio Boada Pallerés, Fernando Bautista Blázquez y Elena Piaia, así como a la asesor senior Laura Fernández García. Sonia Trigui asumirá un rol más central, concentrando las responsabilidades en un consejo más reducido para mejorar la agilidad en la gestión.
El cambio también incluye la salida de Jean-François Pasçal Emmanuel Bossy, un alto ejecutivo de Blackstone en Europa, quien ha dejado sus funciones en ambas socimis. Estas salidas parecen estar motivadas por razones organizativas internas, permitiendo a los ejecutivos enfocarse en otras inversiones del fondo.
La situación en el sector residencial se ha vuelto más compleja, especialmente tras la reciente decisión del Gobierno español de restringir el régimen fiscal de las socimis, lo que podría impactar negativamente en las operaciones de Blackstone. La reforma de la ley de arrendamientos urbanos de 2019, que impuso contratos de mayor duración a grandes tenedores, marcó el inicio de una tendencia regulatoria que ha dificultado las ambiciones de expansión originales de Blackstone en el mercado español.
Ante estas dificultades, Blackstone ha comenzado una política de desinversión gradual, vendiendo propiedades de manera individual y transfiriendo activos a otras sociedades del grupo para facilitar su venta. Durante la primera mitad de 2024, el fondo logró generar más de 150 millones de euros en ingresos a través de la enajenación de activos, especialmente en su división más expuesta al mercado residencial de Cataluña, Albirana.
